Ya sea casualidad o causalidad, cierto o falso, o simplemente un mito más de los mercados, eso es lo de menos.
Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero la llamada ''teoría del dobladillo'' forma parte del cúmulo de datos en los que se convierte la economía y el mundo empresarial, y que se refleja en el constante intercambio accionario de las bolsas del mundo.
Esta teoría empezó a circular en Wall Street a principios de los años 20 del siglo pasado: se decía que el largo del dobladillo de las faldas de las mujeres era un buen indicador para medir la tendencia del mercado bursátil; de esta manera, cuando el dobladillo era corto seguramente el mercado se comportaría en fase alcista ibull morket, en términos bursátiles), mientras que una falda más larga indicaba un mercado de valores con tendencia negativa ibeor morket).
Asimismo, esta extraña teoría descansaba en la creencia general de que la moda de Faldas cortas indicaba una economía fuerte, ya que la gente era más desinhibida; mientras que al dominar las faldas largas la economía tenía problemas y las personas eran más conservadoras para vestirse, dado su estado de ánimo.
Recordemos una cosa: esta teoría nació hace casi un siglo, cuando el mundo era otro, aunque Wall Street ya llevaba casi 40 años de operar.
Algunas décadas después, diversas publicaciones especializadas y de prestigio la incluyeron en sus páginas, como el libro que marcó un hito en el mundo bursátil, el Barmns Finance & Investment Hondbook.
Sin embargo, también hay que decir que este considera que no existen bases sólidas para darle más credibilidad de la que su nombre dice: una teoría.
También en el libro The Wall Street, el analista Kenneth L.
Fisher, quien fuera considerado uno de los gurús del mercado de valores de Nueva York, señala y explica esta teoría, sin dejarla de ubicar como una de las tantas curiosidades que rodean al mundo bursátil en Estados Unidos y que, a veces, le llega a dar incluso un toque de misticismo a las actividades de los operadores.
CIFRAS Y MODA, UNA RARA COINCIDENCIA No obstante, algunas veces el desempeño de la bolsa de valores y la moda parecen haberse puesto de acuerdo. Por ejemplo, cuando nació esta teoría se usaban los llamados vestidos Victorianos, completamente largos, y la bolsa de valores pasó por un periodo de depresión. Hacia mediados de la década de los 20 inició un boom bursátil y al mismo tiempo los dobladillos de las faldas de las mujeres empezaron a subir unos cuantos centímetros.
¿SE VINCULAN MODA Y ECONOMÍA? TODO PUEDE SER TAN SOLO UNA OBRA DE LAS CIRCUNSTANCIAS La moda no duró mucho. A finales de la década, los dobladillos largos regresaron y casi al mismo tiempo el mercado de valores se derrumbó, dando paso a la Gran Depresión de los años 30.
Pasaron casi 10 años de dobladillos largos, hasta que llegó el charleston a finales de los años 30 y las mujeres subieron también los dobladillos de sus faldas; lo mismo pasó en el mercado de valores, que se recuperó de la debacle registrada una década antes. En los 40 y mediados de los 50 del siglo A MEDIADOS DF. LA DÉCADA de los !Á) hubo un boom Imisiiiil, al tiempo que los (liihlfi(lilli)v di* Iüs laidas idinbién siihii''ion. pasado, cuando se registró un periodo de variaciones del índice Industrial Dow Jones, pero sobre niveles de 100 a 200 puntos, las crinolinas largas y acampanadas dominaron la moda en esos años.
A mediados de los 50 el mercado de valores empezó a subir y, por casualidad, las faldas de las mujeres también. La culminación de ambos movimientos (mercado de valores y Faldas) llegó a principios de los años 60 con la aparición de la minifalda, que causó furor.
Para los años 70 y mediados de los 80, el movimiento hippie y la moda disco impuso vestidos largos o de plano pantalones para las mujeres. Los pantalones empezaron a subir sus dobladillos hasta que llegó la moda de medio pantalón femenino en 1984 y 1985, mientras que en Wall Street iniciaba el boom bursátil, que se extendió hasta finales de 1987 y que derivó en el crack de ese año.
Los 90 tuvieron una característica especial: la moda del pantalón dominó, pero se considera que el dobladillo de las Faldas se mantuvo en una zona neutra, ni largo ni corto, y esa década se correspondió con un importante periodo de expansión en el mercado de valores de Estados Unidos.
Más recientemente, los albores del nuevo siglo iniciaron con el declive de la minifalda que había regresado con fuerza unos años antes. Cuando en 2001 se presentó la tendencia de la moda para la primavera siguiente (2002) había una clara orientación por las faldas largas: el 11 de septiembre en Nueva York, los atentados terroristas iniciaron un periodo de declive en las bolsas de valores y en la economía. La recuperación llegó hasta 2005, aunque los dobladillos de las faldas no subieron demasiado.
Hacia mediados de 2007, cuando nadie sabía lo que pasaría, las pasarelas en Londres, Nueva York, París y muchos otros importantes puntos de la moda en el mundo señalaban el regreso de los pantalones como accesorio primordial para estar in. Todos sabemos la triste historia del mercado subprime de Estados Unidos y sus consecuencias.
Hoy el mundo de la moda está por iniciar la presentación de los nuevos modelos para la primavera de 2011: ¿cómo vendrá el dobladillo de las faldas? SOLO FS CASUALIDAD...
Estudioso de los ciclos económicos desde diversas trincheras, ya sea en la Universidad de Pensylvania, su alma máter y luego centro de sus enseñanzas, hasta diversos puestos en la administración pública federal, pasando por grupos bancarios y hasta su actual puesto de asesor en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el economista Jonathan Heath desestima la teoría y asegura que todo puede ser obra de la casualidad.
"En todo caso, la economía es la que influye en la moda y LAS PASARELAS DE MODA ANTICIPAN UN ESTILO VINTAGE Y RETRO ¿QUÉ PASARÁ CON LOS CICLOS ECONÓMICOS? no al revés, Pero también es cierto que los ciclos económicos son contundentes y se presentan alterando muchas cosas, hasta los modos de vida.
Sin duda alguna, el que vivimos en la actualidad es un ciclo atípico, con alteraciones en todo el orden económico", externa un convencido Heath.
"Me atrevo a decir -añadeque este año será complicado porque lo qué tenemos ahora es un rebote de la actividad económica que se había desplomado en años anteriores, pero ya hay claras evidencias de que no pudo mantenerse.
Además, existen factores que harán la recuperación todavía más complicada. Por ejemplo, el mercado de crédito en México se destruyó durante la crisis de 1995 y eso todavía no lo hemos podido recuperar a cabalidad. Por eso, es importante saber que la trayectoria de los ciclos económicos provoca cambios en el mundo y quizás la moda es uno de ellos." LAS BOLSAS SE ANTICIPAN "Los ciclos económicos impactan la vida diaria porque afectan directamente el ingreso personal. Los bienes distintos a los de uso cotidiano fluctúan mucho más de lo que podemos imaginar", explica Rodolfo Campuzano, economista y especialista en el estudio de la economía y los efectos de los ciclos económicos. Su labor en la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), organismo que agrupa al gremio bursátil, ha llevado al experto a estudiar a conciencia estos fenómenos.
Sin embargo, también asegura que las bolsas de valores generalmente se anticipan a los ciclos, aumentan cuando observan el inicio de una etapa de expansión, o se contraen si esperan un periodo de recesión o desaceleración.
Desde su punto de vista, el actual es un ciclo típico porque, pese al crecimiento de los mercados de valores, estos anticiparon el periodo de crecimiento y ahora esperan un estancamiento general. La moda es algo que se encuentra aparte, aunque influido por la variable económica, como todos los aspectos de la vida. I
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